Sin ser crítico literario cometo el atrevimiento de inmiscuirme dentro de este género destinado a letrados o personas que han trazado un vasto camino gráfico sobre un lienzo blanquecino para exponer mis criterios acerca de un libro que me fue obsequiado recientemente en la Embajada Dominicana en Taiwán.
Debo destacar que es algo que aprecio mucho más allá que cualquier vino, sin importar el precio, ya que es reconfortante para la v...ida del espíritu el poder distribuir las horas inmersos en una buena lectura.
Me refiero al libro “Las 58 leyes del poder de Juancito Trucupey” del ex-general José Miguel Soto Jiménez, el cual sirve de gran apología a nuestras costumbres rurales.
Tomando como referente el libro “Las 48 leyes del poder” del escritor estadounidense Robert Greene, Soto Jiménez nos lleva a un recorrido de la sapiencia del hombre de campo explicada de una manera llana y fácilmente entendible a través de un personaje popular como lo es Juancito Trucupey.
Tal y como plasma su prologuista, destacado poeta Juan Carlos Mieses, cito: ¿Y quién es Juancito Trucupey sino la representación de una parte esencial del pueblo dominicano… Trucupey, en cierta íntima medida, ya lo habrán sospechado, soy yo, eres tú y somos nosotros. (..)
A
nteriormente se han compilado cientos de refranes en algunos escritos pero no con la narrativa explicativa que contiene este. Si bien es cierto que las obras de Juan Antonio Alix han sido referente para muchos escritores hoy día, nos atrevemos a decir que “Las 58 leyes del poder de Juancito Trucupey” servirán a generaciones futuras para hurgar en el conocimiento popular rural.
No creemos que esta publicación sea solo para dominicanos ya que la cultura no tiene distancias ni fronteras, debe ser promovido como una recopilación importante de nuestras herencias y dominicanismos para mejor entendimiento de la lectura y comprensión de nuestra nación hispano-parlante.
Aunque no esconde su admiración política dentro de su contenido en este legado, el General (r) Soto Jiménez nos deja plasmado su gran conocimiento de sicología de las personas por su actuación, aunque a él me atrevo a definirlo como “más poeta que político y más cronista que militar”.
Algo que no me gustó, dentro de su reseña biográfica, fue no ver el nombre de sus padres.
Si usted quiere conocer mucho más acerca del mismo búsquelo y manténgalo como libro de cabecera.
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